Son herramientas con las que se pueden realizar operaciones de compra o venta en el mercado. Se diferencian por muchas características que deben tenerse en cuenta en el comercio, como el nivel de liquidez, capitalización o riesgo. Sin embargo, todos los activos pueden generar ganancias potenciales.
Acciones
Uno de los activos más populares y seguros.
Invertir en acciones es óptimo a largo plazo, ya que las fluctuaciones del mercado de valores tienden a suavizarse a lo largo del tiempo. Además, algunas empresas pagan dividendos a sus inversionistas, que pueden usarse como fuente adicional de ingresos o para comprar otras acciones.
Forex
El mercado financiero más grande del mundo con un volumen superior a los $8 billones diarios.
El comercio en pares de divisas se puede realizar con un depósito pequeño y bajos costos de transacción. Los enormes volúmenes de negociación garantizan alta liquidez y la posibilidad de ganar tanto en el aumento como en la caída del mercado, realizando operaciones largas o cortas.
Criptomonedas
Un activo que está ganando popularidad.
El mercado de criptomonedas opera 24/7, lo que permite realizar transacciones en cualquier momento. La descentralización, que brinda mayor libertad y privacidad en las transacciones, atrae a muchos traders.
Índices
Son un conjunto de acciones, lo que permite diversificar riesgos y no depender del éxito o fracaso de una sola empresa. Los índices simplifican el comercio: no es necesario analizar acciones individuales, solo basta con seguir la dinámica del índice.
Sector de materias primas
Los futuros sobre metales, productos energéticos y agrícolas juegan un papel crucial en la economía mundial, influyendo en el costo de los productos finales, así como en su transporte y producción. Históricamente, los precios de las materias primas tienden a aumentar junto con la inflación, lo que las convierte en un activo atractivo para proteger los ahorros contra la devaluación.